Llevamos años oyendo hablar de los efectos catastróficos de la crisis en la que el mundo está sumido. El número de parados no hace más que aumentar, las previsiones de crecimiento del FMI no son para nada esperanzadoras, los salarios de los funcionarios se congelan o incluso se reducen, recortes por aquí y por allá, bancos que deben ser intervenidos, reducción de los límites de velocidad en autopistas, el euro se tambalea, caídas nunca vistas en las bolsas, empresas que cierran, protestas en las plazas de todas las ciudades, corrupción, obras paralizadas...
Como ya he dicho, muchos y muy variados efectos, todos ellos palpables y cercanos. Pero ¿realmente son palpables y cercanos para vosotros: alumnos de 1º de bachiller del Colegio San Cernin de Pamplona? Me pregunto: ¿hasta qué punto vuestras vidas se han visto afectadas a día de hoy por la crisis mundial? He estado dando vueltas a esta idea y he estado buscando efectos o consecuencias de la crisis que, sean o no de vital importancia, sí que pueden afectaros a vosotros en vuestro día a día.
Ejemplo 1: La ya mítica serie de televisión "Los Simpsons" está en peligro debido a que la Fox debe recortar gastos como sea y los dobladores no están dispuestos a aceptar la rebaja de salario que la cadena les propone. La Fox quiere que el salario de los seis principales dobladores pase de 8 millones de dólares por 22 semanas de trabajo a 3,6 millones, mientras que el límite que los dobladores están dispuestos a aceptar es de 5,6 millones.
Ejemplo 2: El comienzo de la temporada 2011-2012 de la NBA está en peligro debido a que los jugadores no aceptan la bajada de los sueldos que los clubes les proponen.
Ejemplo 3: El mundo del cómic también está amenazado. Concretamente, la editorial Planeta deAgostini, una de las principales distribuidoras de manga en nuestro, país lleva más de dos años reduciendo el número de publicaciones (de 177 series a menos de 50 desde 2009) y los más informados temen que, en el peor de los casos, acaben por cerrar completamente esta sección de la empresa.
Os he puesto estos tres ejemplos pero os pregunto: ¿se os ocurren más efectos de la crisis que os hayan afectado directamente?
Otro impacto de la crisis en nosotros ha sido un plan de fin de semana que antes considerabamos frecuente: el cena y cine. Recuerdo salir de casa con 10€ y, tras cenar y ver una peli, aun nos sobraba dinero para un Mcflurry en el McDonalds. Con los precios de hoy en dia, la cosa se ha reducido a cena O cine
ResponderEliminarComo bien ha dicho Joseba, antes podías ir al cine con 10€ y luego ir a cenar con lo que te sobraba y aún en ciertos casos, no gastabas todo.
ResponderEliminarSIn embargo ahora, tod es mucho más caro, simplemente te tienes que fijar por ejemplo en el precio de cada sobre de cromos de la Liga, sí, esos cromos que pegas en un album y que luego al cabo del tiempo lo dejas por ahí tirado, ya se, que no nos afecta directamente pero igual sí a tu hermano pequeño... Recuerdo, que cuando era pequeño, uno de estos sobres donde venian 6 cromos costaba unos 30 centimos, de ahí mi cara de asombro cuando el otro día entré a una tienda donde se vendían cromos y ví que el precio ha ido ascendiendo hasta alcanzar los 60 centimos el sobre.
Sinceramente, me parece que los padres se tienen que empezar a cuestionar si de verdad merce la pena pagar esos precios por ver a tu hijo ilusionado pero por un tiempo muy reducido...
Lo que decís, tanto Pablo como Joseba, es muy cierto. Cada vez hace falta un número mayor de euros para comprar la misma cantidad de bienes. Pero esto no tiene por qué ser necesariamente malo. Si vuestros padres os suben la paga, no estaréis perdiendo poder adquisitivo y por lo tanto poco importará que cada vez manejéis cantidades mayores de dinero. Sin embargo, esto se convierte en un serio problema cuando los precios suben pero la paga no. Así pues, la inflación no es mala por definición: si va acompañada de una subida de los salarios. De hecho, las épocas de crecimiento suelen conllevar subidas de precios, pero como la gente también gana más, no hay pérdida del poder adquisitivo.
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